Concluye otro día...día número 12
Miles de haitianos han sido protagonistas hoy de diversas historias. Muchos habrán labrado la tierra esperando que les devuelva a hijos dormidos, algunos habrán aguardado escuchar una voz de su misma sangre mientras otros habrán deambulado sin rumbo ni futuro,en un éxodo gris y silencioso.
Han sido días muy, muy duros. Días en que la tierra se les ha vuelto huraña,que la lluvia los ha abandonado, que las distancias se han tornado abismales y que el hambre castiga su esperanza.
Imagino que ahora, cuando se agotan las horas, en la penumbra de una sabana herida, los haitianos se reúnen a compartir la Vida, sí, la Vida con mayúscula porque es esa "Vida"lo único que le da sentido a sus vidas. Allá, en las calles que hasta el pasado día 12 estuvieron llenas de colores, de mujeres ataviadas con turbantes blancos, con esquinas abarrotadas de mujeres con pechos generosos orgullosas de dar "vida" con su maternal savia, de hombres que iban de un lado para otro con un profundo sentido de fiesta, a pesar de su realidad dura y desprovista de todo...allá en esas calles, se está tejiendo una nueva historia, se está bordando con dolorosos hilos una nueva generación.
Supongo que la gente se acercará a conversar, a sentir la presencia del Otro en los otros, se atreverán a traicionar la soledad, se animarán a consolar y harán de esos encuentros, vida y vida sagrada.
Y estoy segura que allí, sentirán el calor de tantos miles de hermanos que le llevamos presentes en nuestras oraciones, en nuestra piel, en nuestra sangre, en nuestro corazón. Y tal vez hoy han estrechado manos solidarias que les han acercado nuestro cariño, nuestro amor. Habrán recibido abrazos que los habrán reconfortado, hombros que habrán acogido sus sufrimientos, miradas que se habrán nublado ante el dolor y no pocos que habrán rabiado de impotencia.
Y ahí, en esos pequeños gestos, habrán sentido la fraternidad, habrán develado la verdadera Vida, la que dignifica, que anima y consuela, que impulsa y levanta.
Hoy es el día número 12; mañana el sol volverá a golpear la sabana y los haitianos volverán a aferrarse a la ESPERANZA.
Nancy Burgos,sc. desde PROMICLA
Nancy sé que has trabajado duro manteniendo el blog al día con las noticias que van llegando de nuestros hermano en Haiti,y lo agradecemos mucho pues eso nos hace sentir un poco más cerca y en comunión con los que sufren y trabajan por aliviar ese sufrimiento.Pero lo más que agradesco son estas reflecciones que de alguna una manera trasladan nuestra alma y espíritu allí, a Haiti y nos parece ver y sentir lo que se están viviendo.Eso nos lleva a continuar orando por el consuelo y fortaleza de nuestros misioneros para que el amor de Cristo se haga palpable y real en aquellos mas sufridos. Gracias y adelante.
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