Los tsunamis, huracanes y terremotos causan cruelmente a su paso desolación, aflicción y muerte. Pero, al mismo tiempo, despiertan eficazmente la conciencia más noble de los seres humanos para convocarles a la solidaridad, al compartir generoso y al sentimiento fraterno; no solamente de los que palpan y viven de cerca la tragedia, como los habitantes de Jimaní, sino de todo ser humano que viva en cualquier rinconcito del mundo. Todos convocados a la Gran Fraternidad por el camino de la generosa solidaridad. No vale ni cabe quedarse fríos e impasibles ante la tragedia, como simples mirones de frío corazón.
¡Hay que dar! ¡Hay que darse!
Y tú, ¿qué? ¿Sólo mirón de tele, o benefactor generoso, eficaz, auténticamente solidario?
Tú dirás.
P. Carmelo, cmf.
Que Dios les pague todo llenandolos de bendiciones a ustedes y sus familias.
ResponderEliminarCon agradecimiento
Edgar
Gracias Edgar...
ResponderEliminarA todos los Hermanos Claretianos en Haiti y Republica Dominicana. Os tenemos muy presente en nuestra oración, que es Señor os ilumine y os de anima para acompañar a la gente. Realmente hay que dar, hay que darse, es la única forma de ser Misionero y más Misinero Claretiano.
ResponderEliminarGracias por vuestro testimonio y adelante.
Jorge Domínguez cmf